Desde una temprana edad nos inculcaron que “la práctica hace al maestro” que sumando horas de práctica nos llevaría a la perfección; una parte es verdad, conseguir la maestría en algo conlleva días, semanas y décadas. Pero en los últimos años, investigadores pusieron el foco en otra parte de la ecuación: la calidad de las horas de práctica. La frase actualizada quedaría de la siguiente manera:
“la práctica deliberada e inteligente …. Hace al maestro.”
El siguiente artículo trataremos de abordar los conceptos teóricos para maximizar los beneficios de la práctica, y armar un modelo para nuestras rutinas.
Si alguna vez te propusiste aprender una nueva habilidad sabes que tu período de incorporación de conceptos, movimientos, es limitado en el tiempo. Si uno pretende aprender a manejar se sentará en el auto, y por un corto tiempo aprenderá, pero luego nuestro cerebro “se satura” y deja de aprender por ese día; así pasemos 8 hs adelante del volante. Lo mismo sucede si uno quiere aprender a esquiar, un instrumento musical, o por qué no, jugar a los dardos. La primera duda que nos puede surgir con este concepto es la siguiente: “Pero lo profesionales practican 8 hs diarias”, y lo cual es correcto, pero no nos olvidemos que ellos han adquirido sus habilidades durante años de sus carreras y a una temprana edad; en sus prácticas ellos ya no adquieren habilidades nuevas (ya saben cómo tirar T20 y cerrar D16) simplemente las perfeccionan y mantienen finas.
CURVA GANANCIA DE HABILIDAD
Las nuevas investigaciones al respecto indican que para incorporar nuevas habilidades es más importante la calidad que la duración de las sesiones, que deben tener un objetivo específico y respetar un descanso mínimo entre sesiones.
Gráficamente el concepto se traduce de la siguiente manera: a medida que se extienda la duración de la sesión, menos eficaz será la ganancia de la habilidad. Por lo tanto, 2 sesiones de 30 minutos separadas durante el día, es mejor que una única sesión de 1 hora al día. Esto NO significa que debamos entrenar menos, sino mejor. Adoptando unos pocos conceptos teóricos a nuestra rutina de entrenamiento, podremos maximizar el beneficio y vemos que el descanso tiene un factor importante:
Muchos de nosotros quizás sí entendemos que el desarrollo implica esfuerzos (horas dedicadas), pero menospreciamos, o no incorporamos, el descanso en las rutinas. Una sesión ideal debería ser entre 70 – 90 min con dos descansos intercalados de 7 – 10 min; y la sesión no debe superar las 2 horas máximas. Mencionamos que las sesiones deben tener un objetivo claro (“Jugar a los dardos” es demasiado amplio para nuestro cerebro) así que por ejemplo podríamos subdividir por objetivos: 20 min practicar tirar al 20, otros 20 min los dobles (El clásico “Around the clock”) y los 15 min finales secuencias de cierres (Ej. Cerrar 101 puntos con 6 dardos); cada sesión separada por un micro descanso de 7 minutos. Muchos de nosotros, al no jugar a un nivel profesional, siempre tendremos habilidades para mejorar, y es importante ser cada vez más específicos en qué debemos mejorar durante la sesión (“Quiero mejorar el BULL para el Cricket”, “Necesito mejorar el T18 como alternativa al 20”, “Algunos cierres requieren T14 y no me salen”).
TIEMPO X CALIDAD
Como vimos la calidad de las sesiones es tan importante como la cantidad de horas que le dediquemos a la práctica, por lo tanto me gustaría introducir una matriz para medir tiempo x calidad que dedicamos a los dardos. Muchos de los jugadores llevan un registro de la cantidad de horas que practican (Ej: Lunes 2 hs, Miércoles 1 hs, Viernes 2 hs, etc.) pero pocos miden la calidad de dichas horas. Fácilmente podemos entender que no es lo mismo pasar 3 horas en nuestro bar predilecto de dardos (Bar de Dani o Clover para los Argentinos), que pasar esas mismas 3 horas jugando en un Torneo Nacional. (*) Descartamos que jugar en los bares 3 horas tiene un gran factor descontracturante, social y de liberación tan necesarios en estas épocas, pero poco si queremos perfeccionar nuestros cierres al D1.
Por lo tanto la idea es incorporar un factor de calidad a las horas dedicadas; en mi caso utilizo el siguiente criterio: una escala del 1 al 5, donde aquellas sesiones que considero “sociales”, o simplemente no tuve la concentración 100%, les doy un valor de 1 (uno); mientras que las horas donde mi concentración fue EXTREMA / sentí estaba 100% en el partido, o incluso logré hacer algunos tiros “buenos”, esas horas el factor de calidad es 5. Al fin de la semana, llevo el registro de X horas multiplicadas por su factor de calidad.
Por ejemplo, en la semana tuve 3 horas x 1 (bar social) + 1 hora x 4 (Partido de Liga) + 2 horas x 3 (Entrenamiento al 20 + cierres) = Total 13. Este seguimiento me permite empezar a identificar la calidad de mis sesiones y medir el total semana a semana, mes a mes, y ver si logré incorporar mayor número de calidad.
CONCLUSIÓN
Si realmente queremos mejorar nuestras habilidades, y adquirir nuevas, debemos ser muy observadores de la calidad de nuestras sesiones, así como respetar los tiempos y descansos para potenciar la asimilación de éstas. Todo ésto forma parte del proceso, entendiendo la curva de aprendizaje, sus mesetas, sus crecimientos, y también, sus bajas en el rendimiento.
Si les interesa conocer más acerca de la curva de aprendizaje en jugadores de dardos, les recomendamos nuestro anterior post https://dardosargentina.com.ar/los-dardos-como-juego-mental/
2 Comments
Me encantó. No solamente ahora siento un enorme impulso por jugar a los dardos sino que muchos de los conceptos descriptos voy a llevarlos a cabo en todas mis actividades deportivas (el descanso, la asimilación, planificar ordenadamente los tiempos de entrenamiento, entre otros). Muchísimas Gracias por una nota tan enriquecedora! Felicitaciones!
Hola soy aleman y quiero jugar dardo donde puedo jugar en la zona sur de buenos aires o hay un calendario para torneos?